La capital de Luxemburgo, de nombre homónimo, es una ciudad realmente pequeña. A pesar de sus dimensiones tan limitadas, las razones para conocerla son más que suficientes. Esto es así porque se trata de un rincón encantador que dispone de numerosos lugres de interés, los cuales dan cuenta de la gran riqueza histórica, cultural, patrimonial e incluso pasajística con la que cuenta el país europeo en su totalidad. A continuación, trataremos sobre uno de los atractivos más célebres y visitados por los turistas que vacacionan en la localidad, que se conoce como Casamatas del Pétrusse.
Se trata básicamente de unos misteriosos pasadizos subterráneos, los cuales se constituyen como la visita más importante el todo el territorio luxemburguense, razón por la cual atrae a una gran cantidad de turistas. Fueron erigidos antigüamente con fines defensivos, sin dejar de mencionar que los encargados de las excavaciones fueron nada más ni nada menos que los españoles.
La visita a estos túneles, los cuales datan del siglo XVII (más precisamente en el año 1674), tiene una duración aproximada de 45 minutos y realmente no tiene desperdicio alguno a la hora de transportarse al pasado de la capital de Luxemburgo. A pesar de que el desnivel de Casamatas del Pétrusse hace que el recorrido pueda tornarse un poco cansador, la realidad es que esta atracción merece la pena ser conocida.
Un lugar de interés bastante similar que también es recomendable visitar en la ciudad de Luxemburgo se denomina las Casamatas del Bock. Están situadas junto a una arteria llamada Sigefroi, en donde fue construida la fortaleza original.
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