Luxemburgo es un sitio realmente bello para realizar un viaje de placer. No hay nada como recorrer sus pintorescas calles, disfrutar de la tranquilidad de sus paisajes naturales y deleitarse con la exquisita arquitectura de sus monumentos más añejos. Un buen ejemplo de edificaciones de este tipo es la Catedral de Santa María, una de las tantas visitas obligadas con las que cuenta este encantador país europeo. A continuación trataremos sobre las principales caracterísicas de la parroquia en cuestión, para que todos los interesados en ella puedan ponerse al tanto. Antes que nada, es recomendable considerar que siempre es bueno informarse sobre una atracción antes de conocerla, ya que la experiencia de descubrirla en persona después no tiene comparación.
La Catedral de Santa María (también conocida como la Catedral de Nuestra Señora) es una iglesia católica que se constituye como la más importante en su tipo de todo el territorio luxemburguense. Esto es así no sólo por su sobresaliente diseño, sino también porque se trata de la parroquia de la Arquidiócesis de Luxemburgo. Su construcción se inició en 1613, sin dejar de mencionar que en sus comienzos era un establecimiento religioso que pertenecía a los jesuitas.
Si tienes la posibilidad de descubrir esta magnífica construcción, notarás que se constituye como un claro ejemplo del estilo gótico, aunque también combina a la perfección varios elementos decorativos renacentistas. No sólo es un atractivo por su arquitectura, sino también por las fascinantes obras de arte que se pueden encontrar en su interior. Algunas de las más destacables son: los grandes ventanales de Luis Barril de París, las ventanas de la galería del Gran Ducado de Munich, los órganos y la pintura “La Adoración de los Magos”.