Un rincón en el mundo que resulta un destino turístico ideal para aquellas personas que disfrutan en lugares pequeños pero encantadores es Luxemburgo. Se trata de un país bonito, de un tamaño considerablemente reducido, en el que abunda una combinación perfecta entre lo moderno y lo clásico. La capital de esta nación, de nombre homónimo, es el mejor ejemplo de esto. Asimismo, cabe destacar que esta localidad dispone de un ambiente un tanto nostálgico y oscuro, aunque resulta imposible dejar de lado que el lujo y la ostentación proliferan en la mayoría de sus esquinas. Entre los numerosos atractivos que se pueden encontrar en la urbe en cuestión, sobresalen los edificios institucionales que alberga, los cuales se concentran en su mayoría en la zona central. En esta ocasión en particular, trataremos sobre una construcción de visita obligada: nada más ni nada menos que el Parlamento Europeo.
También denominado Secretaría General del Parlamento Europeo, esta edificación sólo se puede conocer en grandes grupos, ya que no se permiten visitas individuales. El recorrido por la instalación es guiado y suele durar aproximadamente una hora, incluyendo la breve introducción y los videos sobre el tema que se exhiben. Es fundamental considerar que este establecimiento siempre está abierto al público, excepto en los períodos parciales de sesiones del Parlamento en Estranburgo o Bruselas, por lo que resulta esencial consultar las fechas en la que tienen lugar estas reuniones, con el fin de no quedar sin una de las visitas más importantes de la capital de Luxemburgo.